LA
JUSTICIA
Una figura famosa representa a la justicia. Se trata de una mujer que lleva
los ojos vendados y porta una balanza con sus dos platos en equilibrio. Los
ojos vendados significan que, sin importar de quién se trate (sin tomar en
cuenta su raza, su religión o su lugar en la sociedad), todos deben recibir lo
que les corresponde.
La balanza indica que la decisión no debe inclinarse a favor de una persona
y en contra de otra. La injusticia ocurre cuando un plato se inclina más que el
otro. Por ejemplo: es injusto que una persona trabaje mucho y le paguen poco,
pero también lo es que trabaje poco y le paguen mucho. La injusticia aparece en
la vida diaria cuando le negamos a alguien lo que consiguió con su esfuerzo.
También aparece en la sociedad cuando hay personas que no tienen casa ni ropa,
mientras otras cuentan con más de lo necesario para vivir.
Para nosotros el valor representa acciones como las siguientes:
·
Sigue las reglas.
·
Espera tu turno y comparte.
·
Sé imparcial, escucha a los demás.
·
No tomes ventaja de los demás.
·
No te apresures a culpar a los demás.
Viviendo el valor
El valor de la justicia se refiere a la concepción que cada época o cultura
han tenido de lo que es bueno para todos. Su fin práctico es reconocer lo que
le corresponde y pertenece a cada cual, hacer que se respete ese derecho,
recompensar su esfuerzo y garantizar su seguridad.
A cada quien, lo que merece
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Para la vida diaria
Todos queremos tener acceso a lo mejor, por ejemplo, ganar un concurso u
obtener un buen empleo. La justicia permite que las personas que se han
esforzado en lograrlo lo consigan.
En situaciones comunes (como cualquier juego o la conducción de un
vehículo) seguir las reglas garantiza el orden y la seguridad.
Si dos personas juntan su dinero para comprar un objeto, es recomendable
procurar que cada una reciba la parte que le corresponde.
Aunque tengamos prisa para realizar nuestras actividades cotidianas debemos
respetar el turno de cada quien.
Por el camino de la justicia
Mira a tu alrededor. Los miembros de tu familia, tus compañeros de clase y
las personas que pasan por la calle tienen planes e ilusiones como tú. Si tú
aprendes a reconocerlos, ellos reconocerán los tuyos.
La justicia no siempre es automática. Si quieres conseguirla mantente firme
en tu lucha. Con seguridad podrás alcanzarla.
La justicia nos protege a nosotros y protege a los demás. Seguir el
reglamento de tránsito, por ejemplo, garantiza que todos los conductores (y sus
acompañantes) lleguen bien a su destino.
Conoce a:
Abraham Lincoln: defensor de la justicia (1809-1865)
La esclavitud: Cuando
una persona está sometida a los propósitos de otra que la explota para
conseguir un beneficio económico, es la forma más aguda de la injusticia.
El
estadounidense Abraham Lincoln dedicó su vida a acabar con ella. Hijo de un carpintero,
huérfano de madre desde muy pequeño, estudió derecho por su cuenta, pues
pensaba que la ley es la clave del bien común. Como diputado en su país, se
destacó por criticar la esclavitud de las personas negras en los estados del
sur. En 1860 fue electo presidente y esos estados se separaron de la unión
americana. Entonces comenzó una guerra entre éstos y los estados del norte, que
apoyaban a Lincoln. El presidente declaró la libertad de todos los esclavos en
1863. Al término de la guerra, en 1865, los ciudadanos reconocieron que era el
principio de una nación más justa.
Por: Alfonso Gutierrez Llanos
Líder Character Counts.
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